«Soy conocido por mi disciplina y profesionalidad durante todo el año, veinticuatro horas al día, siete días a la semana, pero no en ese momento», dijo el australiano a David Adesanya. «En ese momento, había estado bebiendo todos los días durante tres o cuatro semanas y eso era inaudito para mí, nunca lo había hecho».
«Cada día me decía a mí mismo que tenía que parar y así continué hasta que recibí la llamada. Sinceramente, me facilitó las cosas y acepté el combate, en parte para quitarme la resaca. Ese día fui a ver a mi entrenador de fuerza y acondicionamiento, hicimos algunas pruebas y me subí a la báscula, que marcaba 83 libras. Todos los chicos del gimnasio se reían: nunca había pesado tanto».
El combate por el título del peso ligero entre Islam Makhachev y Alexander Volkanovski, que encabezó el UFC 294 en Abu Dhabi el pasado mes de octubre, acabó con victoria del ruso por nocaut en el primer asalto.
El luchador australiano volverá al octágono el 17 de febrero en el UFC 298 de Anaheim, y frente al campeón de la UFC estará el peso welter hispano-georgiano Ilia Topuria.