El comienzo del partido no fue bien para el Shakhtar: el oponente, que tenía un golpe de cañón con ambas manos, inmediatamente se adelantó y lo obligó a intercambiar, lo que sorprendió al ruso y pareció ponerlo al borde de la derrota.
Sin embargo, después de haber fallado varios golpes significativos, Krylov logró recuperarse y detener el impulso inicial del oponente, ralentizando a Ozdemir en el clinch, y luego tomó la iniciativa por completo, logrando sorprenderlo en la postura y realizar un derribo exitoso.
A lo largo de los asaltos restantes, el peleador ruso usó la misma táctica, golpeando a un oponente lento con una serie de puñetazos y patadas, y luego transfiriéndolo al suelo, donde trabajó en el suelo y la libra, y como resultado se llevó la victoria en un duelo con marcador de 30-27 y 29-28 en dos ocasiones.