“Dos de mis viejos cinturones. En dos pequeñas garrapatas. Esta pelea venderá diez transmisiones pagas”, escribió el irlandés en una red social, publicando una foto del ruso y el australiano con cinturones de campeonato.
Asimismo, McGregor, quien terminó de filmar el remake de la película «Roadhouse», dejó en claro que está listo para volver a pelear.
“Me siento increíblemente confiado”, agregó. “Estoy tranquilo, desprendido de las emociones, y claramente consciente de lo que tengo que hacer y cómo lograrlo. Lo visualizo y lo veo todo. El rodaje ha terminado, estoy de vuelta. Para cuando salga esta película, habré tenido varias peleas”.
El fin de semana pasado en UFC 280 en Abu Dhabi, Islam Makhachev derrotó a Charles Oliveira con un estrangulamiento en la segunda ronda para convertirse en el nuevo campeón de peso ligero de UFC, ganando el título vacante.
El ruso defenderá su cinturón por primera vez ante Alexander Volkanovski, quien ostenta el título de peso pluma de la UFC. Presuntamente, la súper pelea de campeones tendrá lugar en Australia y encabezará el torneo UFC 284 en Perth el 11 de febrero.
En cuanto a Conor McGregor, antes de planear un regreso al octágono, el irlandés debe regresar al grupo de pruebas de la USADA y pasar las pruebas de drogas dentro de los seis meses. El presidente de UFC, Dana White, anunció en una conferencia de prensa en Abu Dhabi el hecho de que McGregor no ha sido examinado por dopaje desde que se rompió la pierna en una pelea contra Dustin Poirier.