Según un informe policial que ha llegado a la prensa, Jamal Hill acordó con su hermano James y la esposa de éste que limpiaran su casa por 300 dólares. Horas después de que la pareja se pusiera a trabajar, estalló una discusión entre los hermanos sobre la limpieza y «otros asuntos familiares», que acabó con el ex campeón de la UFC «golpeando de forma precipitada», tirando a su hermano al suelo. A continuación, empujó a la mujer de su hermano, que intentó intervenir, y lanzó otro puñetazo, dejando inconsciente a James Hill.
Al parecer, Jamal propinó un puñetazo a James después de que éste le preguntara por qué no socializaba con su hija, que estaba en su casa para pasar Acción de Gracias. James Hill también acusó a su hermano menor de faltar al respeto a las mujeres y de abandonar a su hija.
Tras el incidente, James Hill no llamó inmediatamente a la policía porque «no quería arruinar la carrera de luchador de su hermano». Sin embargo, tras enviar a Jamal varios mensajes exigiéndole una disculpa y una explicación por el incidente, el luchador de la UFC no respondió y fue entonces cuando James Hill llamó a la policía.
El día anterior, Jamal Hill emitió un comunicado en el que anunciaba su inocencia y prometía contar toda la verdad sobre el incidente ante el tribunal.
La primera vista judicial del caso tendrá lugar en enero del año que viene.