«No hay nada malo en dar crédito a un campeón, y no importa si te gusta o no», escribió el invicto ruso en las redes sociales. «Pero esto no se le da a todo el mundo: hace falta cerebro, y preferiblemente que no sea de paja».
«Me he sometido a un control antidopaje 49 veces en cinco años. El Islam está a punto de tener 50 pruebas. Que alguien se lo diga a Bobby: lo que Islam le hizo fue pura técnica, acumulada durante años. Y díganle que tengo unos 300 combates amateur en varios deportes. Islam ha estado compitiendo en deportes amateur (striking) desde que tenía 9 años y tiene toneladas de experiencia. No hablo de experiencia en profesionales».
«No les das paz, Islam», concluyó Nurmagomedov.
Anteriormente, Green afirmó que Nurmagomedov y Makhachev visitan la mezquita no sólo para rezar, sino también para doparse impunemente y esconderse de los representantes de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos. Según la versión del estadounidense, por la misma razón, la revancha entre Makhachev y Oliveira tendrá lugar de nuevo en Abu Dhabi, donde el ruso «hace lo que quiere durante meses» sin la supervisión de la USADA.
Hay que tener en cuenta que no es la primera vez que Green hace revelaciones de este tipo: el pasado diciembre dijo que el dopaje iba en aumento en Rusia y que Makhachev, que acabó con él por nocaut técnico en el primer asalto, tomaba esteroides desde que tenía diez años.
Bobby Green encabezará el evento UFC Fight Night 229 de este fin de semana en Las Vegas, y el rival del estadounidense será su compatriota Grant Dawson.