Aunque un duelo entre ambos parece improbable, al menos en un futuro próximo, los luchadores se comportaron como posibles rivales, cada uno de los cuales se considera un rey de los pesos pesados.
Específicamente, Jones le preguntó a Ngannou si estaba mejorando sus habilidades de lucha y agregó que el camerunés «tomaría más de un año» para prepararse para su nivel de lucha. Ngannou, en respuesta, recordó que llevaba dos años esperando en UFC una pelea con un estadounidense que no se atrevía a entrar al octágono con él. Jones explicó que «necesitaba más tiempo para aumentar de peso y patearte el trasero».
A pesar de la escaramuza, estaba claro que no había enemistad real entre los luchadores, y al final se separaron amistosamente, deseándose buena suerte.
Recordemos que a principios de este año, Francis Ngannou dejó la UFC, dejando vacante el título, y posteriormente firmó contrato con la liga PFL, en la que planea debutar el próximo año. Jon Jones regresó al octágono en marzo después de una pausa de tres años y ganó el cinturón vacante de campeonato de peso pesado de UFC, terminando con el estrangulamiento de guillotina de Cyril Gan en la primera ronda. Según la información disponible, el estadounidense peleará su próxima pelea contra su compatriota Stipe Miocic o el ruso Sergey Pavlovich.