«¿Por qué debería acatar una regla cuya infracción no tiene penalización?», escribió el brasileño en las redes sociales. «Si él puede cometer actos prohibidos para obtener ventaja, la próxima vez yo también podré hacerlo y conseguir que no se dispute el combate. Podemos golpear pelotas, la parte posterior de la cabeza y la columna vertebral, e incluso matar a alguien. No te preocupes, el combate se declarará nulo».
Dicho esto, en otra edición del programa The MMA Hour, Walker declaró que estaba dispuesto a continuar la pelea con Ankalaev.
«El médico me preguntó si quería continuar y le dije ‘sí’. Entonces me preguntó: ‘¿Dónde estás?’. No quería equivocarme porque estaba emocionada y quería contestar correctamente. Pensé en decir ‘en Abu Dhabi’, pero acabé contestando: ‘Estoy en el maldito desierto, hermano. Estoy aquí y estoy totalmente bien. Estoy en el desierto, en Oriente Medio'».
«Hablo bien inglés, pero no es la lengua materna del médico y tenía un fuerte acento, aunque entendía lo que decía. Intenté explicarme y darle la respuesta correcta, pero en el fragor de la batalla mi mente iba a mil por hora. Fallé un puñetazo anulado en la cabeza y estaba ansioso por luchar. Estaba en juego una oportunidad por el título y, cuando me di cuenta de que se había acabado, me sentí muy decepcionado».
Tras el UFC 294, el jefe de la liga, Dana White, anunció que el combate entre Walker y Ankalaev se reprogramaría.