En los dos primeros asaltos, el peso pesado representante de Bahréin intentó presionar a su rival, mientras que Rosenstrike, por el contrario, se movió mucho y trabajó su jab con eficacia, frustrando los intentos de Gaziev de acortar distancias.
En el tercer asalto, el confiado «Big Boi Boy» empezó a trabajar de forma más variada, mientras que Gaziev, por el contrario, bajó el ritmo y parecía confuso, y en los cuartos cinco minutos el combate se convirtió en una paliza unilateral.
En el descanso, Shamil Gaziev informó a su esquina de que no podía continuar el combate porque no veía por un ojo, y como resultado, el árbitro Mark Goddard tomó la decisión de detener la pelea, registrando una victoria para Jairzinho Rosenstrike por nocaut técnico.
En una entrevista posterior al combate, el púgil surinamés, que recuperó su carrera tras una derrota temprana ante Jailton Almeida, afirmó que planea volver al octágono este verano y que está listo para enfrentarse a cualquier peso pesado de la UFC.
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