Según un informe financiero, en los dos años que el bar dublinés ha sido propiedad del excampeón de la UFC, las pérdidas ascendieron a unos dos millones de dólares. Mientras tanto, el establecimiento está valorado en 4,8 millones de dólares y la deuda del préstamo al negocio es de 4,5 millones de dólares.
A pesar del fracaso del local, hasta el momento Conor McGregor está lejos de la ruina, ya que hace dos años vendió de forma rentable el negocio de venta de whisky, ganando de 130 a 150 millones de dólares, y además, el irlandés es propietario de una sólida cartera de bienes inmuebles, que no hace mucho fue repuesta con un nuevo edificio de 200 apartamentos por entregar.
El próximo año Conor McGregor planea volver al octágono y luchar con el estadounidense Michael Chandler, aumentando así su cuenta bancaria no unas pocas decenas de millones de dólares.