«Hace poco se me acercó un chico y me dijo: ‘Mi hijo tiene 17 años, está entrenando y quiere ser luchador. ¿Puedes darle algún consejo?» Y yo le dije: «Sí, no lo hagas»», dijo el estadounidense en un vídeo publicado en las redes sociales. «Me dijo: ‘¿Qué quieres decir?’, y yo le dije: ‘Déjeme explicarle, señor, la alegría de ser un luchador de MMA'».
«Has visto a luchadores Contender Series? ¿Cuánto crees que ganan? Cinco mil más cinco mil. Si pierden, son sólo cinco, y no entran en la UFC. E incluso si tienen suerte y entran en la UFC, los contratan por diez más diez. Has trabajado toda tu vida por este único objetivo, y luego haces el marcador 2-2 en la UFC, y tal vez te despidan por peleas aburridas. Entonces ganas 60.000 dólares durante toda tu carrera y no tienes otras perspectivas porque no puedes ser un luchador a tiempo parcial a ese nivel. Tienes que arar el gimnasio a tiempo completo».
«Así que eres un hombre de 24 años que se mira al espejo y dice: ‘He estado haciendo esto toda mi vida y he ganado 24.000 o 60.000 dólares. ¿Qué voy a hacer ahora? Ir y enseñar cardio kickboxing. Me encanta la UFC, y probablemente gane más dinero en la UFC de lo que nunca imaginé. Podría catalogarme como una persona rica, lo que todavía me sorprende, pero te enseñan el logotipo de la UFC y vendes tu alma por él. Ves esas tres grandes letras y estás dispuesto a vender tu alma por ello, tío».
A principios del mes pasado, Sean Strickland logró una sensacional victoria por decisión unánime sobre Israel Adesanya para arrebatarle el cinturón de campeón del peso medio de la UFC, y el próximo rival del estadounidense debería ser el checheno Khamzat Chimaev, noveno clasificado de la división.