«Vaya, no me lo esperaba», escribió el púgil sudafricano en las redes sociales. «Me da igual: el cinturón se va a casa».
Hace dos meses, Dricus Du Plessis derrotó a Robert Whittaker en una pelea de retadores, noqueando al australiano en el segundo asalto, pero se negó a pelear con el campeón en el UFC 293 en Sydney, concediendo una oportunidad por el título a Strickland.
Al final, el estadounidense, que entró en el combate por el título con más de seis peleas de desventaja, protagonizó una de las mayores sorpresas de la historia de las artes marciales mixtas, al derrotar al nigeriano de forma dominante por decisión unánime en tres asaltos (49-46).
El presidente de la UFC, Dana White, declaró tras el evento que Adesanya tendría una revancha inmediata, y también dejó un sentido mensaje a Du Plessis, diciendo que los luchadores no deben renunciar a las peleas por el título.
La pelea por el título con Adesanya era crucial para Du Plessis debido al conflicto público entre los dos luchadores sobre quién era el verdadero africano.